martes, 23 de marzo de 2010

As tu déjà aimé? II



Porque, al querer amar
por la belleza del gesto,
el gusano de la manzana,
se desliza entre nuestros dientes,
se alimenta de nuestro corazón,
de nuestro cerebro y del resto,
vaciándonos lentamente.

Más cuando osamos a amar,
por la pura belleza del gesto,
ese gusano de la manzana
que se desliza entre nuestros dientes,
nos toca el corazón y el cerebro
penetrando su perfume hasta nuestro fondo.
Los amores pasajeros
hacen esfuerzos vanos;
sus caricias efímeras
fatigan nuestro cuerpo.
Los amores que duran
hacen a los amantes menos bellos;
sus caricias, al desgaste,
envilecen nuestra piel.


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